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domingo, 26 de enero de 2014

CADÁVERES DE HORMIGÓN. EL CHARE DEL GUADALHORCE.-

FUENTE. MÁLAGA HOY



Cadáveres de hormigón

Un aeropuerto sin aviones es ejemplo fiel de mayor despilfarro; una estación ferroviaria por la que pasa apenas decenas dd pasajeros cada día, es ejemplo de despilfarro. Son dos de las referencias constantes que se ponen sobre la mesa en estos años de carestía económica, iconos de la ilógica en la que en demasiadas ocasiones caen las administraciones públicas. En Málaga no hay un aeródromo sin uso, pero si una cárcel con 117 millones de euros en sus muros anclada en el olvido y sin horizonte claro para su apertura; hay 30 millones gastados en el que será nuevo Hospital del Guadalhorce, terminado pero sin la previsión de que empiece a funcionar hasta 2015; hay un Palacio de la Aduana en cuya transformación se han empleado hasta la fecha casi 30 millones y que no abrirá sus puertas en el mejor de los casos hasta finales del año que viene, cuatro después de lo previsto... Y hay un largo etcétera de millones sacados de las arcas públicas cuya utilidad queda en entredicho. 

El camino de la segunda cárcel de la provincia de Málaga, localizada en Archidona, se inició formalmente a finales de 2009. El entonces Gobierno del PSOE puso las bases para licitar y construir una nueva penitenciaría con capacidad para 1.100 presos. El concurso salió con un valor estimado en 102,5 millones de euros, cifra que quedó rebajada a 89,2 millones en los que fueron adjudicados los trabajos a la empresa Vías y Obras. Pero la secuencia del proyecto se ralentizó hasta sobrepasar todos los calendarios pensados. De las primeras estimaciones, que situaban en 24 meses los trabajos de ejecución, se ha pasado a ignorar cuándo empezarán a funcionar estas instalaciones. De hecho, oficialmente se dan casi por finalizados las tareas, a pesar de lo cual nadie se atreve a poner fecha de inauguración ante la imposibilidad de contratar al personal necesario para su explotación. Muestra de que la espera se alargará al menos dos años es la reciente licitación impulsada por la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios del servicio de vigilancia de la parcela, la guardería de las edificaciones construidas y el mantenimiento de las edificaciones por dos años y un valor inicial de 1,6 millones (prorrogable a otros dos años). Este paso deja entrever un nuevo aplazamiento de las instalaciones hasta 2016. 

Es la gran espina clavada en la cultura malagueña. El Museo de Bellas Artes de Málaga sigue archivada desde hace casi 18 años, justo desde que su anterior sede, el Palacio de Buenavista fue desalojado para convertirse posteriormente en casa del Museo Picasso. Y, por lo que se ve, la espera seguirá prolongándose, al menos, hasta finales de 2015. El nuevo calendario rompe la previsiones ya generosas mantenidas por el Ministerio de Cultura, que tras hablar de primero de finales de 2013, aplazó el paso a finales de 2014. Y ahora, tal y como adelantó Málaga Hoy el pasado 31 de diciembre, la fecha se sitúa a finales de 2015. Un extremo confirmado esta misma semana por el ministro de Cultura, Juan Ignacio Wert en su visita a la capital de la Costa del Sol. 

En el intervalo de tiempo transcurrido desde la adjudicación del proyecto a Sacyr, en junio de 2008, se han invertido en el inmueble casi 34 millones de euros, incluyendo los trabajos de remodelación del entorno y los trabajos aún pendientes de museografía y mobiliario, valorados en unos 4 millones de euros. Al sobrecoste ya habitual en toda obra que se precie se añade el alargamiento considerable de los plazos. La contratación se hizo para una obra estimada en 36 meses, con lo que tendría que haber estado terminada a lo largo de 2011. 

Acabado desde principios de 2012 y sin funcionar tras casi 30 millones. La previsión es que lo haga de manera paulatina a lo largo de 2015. Fue anunciado en mayo de 2005 y se preveía que iniciara su andadura a comienzos de 2008. Pero el proyecto se topó con la falta de interés de las constructoras y se declaró desierto. Tuvo que entrar en la iniciativa el Hospital Costa del Sol, de Marbella, y fue entonces cuando arrancó la obra, adjudicada a Ferrovial. 

El hospital llegará con casi seis años retraso con respecto a lo anunciado. Los últimos pasos dados por la Consejería de Salud ha sido la contratación de los equipos, instrumental quirúrgico, mobiliario y tecnología por 5.697.657 de euros, lo que ha supuesto un ahorro del 21,54% en relación a la provisión inicial del equipamiento que era de 7.200.000. Salud no ha recepcionado aún el edificio alegando que no tiene ni el suministro eléctrico exigido por Endesa ni los accesos. Otra adjudicación reciente, de 378.000 euros, va a permitir una acometida provisional del suministro eléctrico para "poder recepcionar la obra y comenzar con la evaluación y análisis del interior del edificio". Además, la Junta está llevando a cabo obras complementarias por 814.800 euros en modificaciones que han surgido durante la obra, como el refuerzo de un muro, la mejora del helipuerto y la preinstalación de equipos varios. 

La parada, en la que el Ministerio de Fomento invirtió 12,5 millones de euros, fue inaugurada formalmente en junio de 2009. En esas fechas, los miles de vecinos que habitan en los barrios de Dos Hermanas, Nuevo San Andrés y El Duende, empezaron a disfrutar de un edificio que sustituía al antiguo apeadero. Pero lo hicieron de manera incompleta. Porque las modernas instalaciones construidas para beneficio ciudadano sólo permitían el acceso por una de sus puertas, quedando la entrada oeste cerrada. 

Las reclamaciones vecinales realizadas en aquellos días ante este déficit recibieron como respuesta oficial de Renfe: "En relación al asunto que nos traslada, comunicarle que el edificio de acceso habitual para la estación de Victoria Kent será el edificio del lado sur, quedando, en principio, el edificio del lado norte cerrado para la explotación habitual. El edificio del lado norte únicamente se pondrá en servicio cuando se prevea que lo van a utilizar un número de usuarios suficiente (eventos como la Feria, etc.) que justifiquen la utilización de recursos necesarios para su apertura". Cuatro años y medio después la situación se mantiene intacta, circunstancia que ha llevado al Ayuntamiento a pedir a Renfe una solución. 

A la espera de que se certifique o no la defunción final del proyecto del anillo ferroviario de Antequera, que hasta el momento ha generado nulo interés entre las empresas del sector que tendrían que construirlo y explotarlo comercialmente, hay del orden de 10 millones de euros invertidos por el Ministerio de Fomento baldíos. Es la inversión materializada en el conocido como Centro Integral de Servicios Ferroviarios (CISF), cuya obra civil se dio por concluida en junio del año pasado. La ejecución de estas dos naves supuso una inversión de 6,6 millones, a lo que sumar otros 3,5 millones más para equipamientos. La finalidad real de estas instalaciones está condicionada a la toma de una decisión sobre la construcción del circuito de pruebas. 

El Ministerio de Fomento impulsó años atrás la rehabilitación de los dos históricos torreones de la estación de ferrocarriles de Málaga capital, trabajos que acabaron costando 1,8 millones de euros. Pero más allá del adecentamiento evidente del exterior de los inmuebles, cuya labor acabó en octubre de 2012, la realidad es que ambos están baldíos y sin uso alguno ante el fracaso de los intentos realizados por Adif de encontrar empresas que los alquilen para uso comercial. De hecho, la licitación acometida por el organismo quedó desierta, circunstancia que le obligó a iniciar un procedimiento mediante el que son las firmas interesadas las que se acercan a Adif para exponer su oferta. Hasta el momento, sin éxito.

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