Cártama Estación dedicó su nuevo templo
Ya hace tres años de la demolición de la iglesia de San Isidro Labrador, en Cártama-Estación. Atrás quedan esos años en los que la comunidad parroquial celebraba la Eucaristía en El Parador, cerca de la fábrica de Prolongo. Este domingo, el Sr. Obispo ha presidido la Eucaristía con motivo de la dedicación del nuevo templo parroquial. Una iglesia de estilo regionalista o neomudéjar con nueve salones para catequesis, dos salas grandes de reuniones, un columbario y la casa parroquial con su despacho.
«Había una capillita-escuela, no había espacio, se le cayó el techo y le pusieron un techo de chapa que ha permanecido hasta la construcción del nuevo templo», así nos describe Gerardo Martínez la antigua parroquia.
«En la actualidad sería imposible, con 480 niños de catequesis, poder atenderlos en una pequeña casa con 4 habitaciones». Sin embargo, llevar adelante un proyecto de esta envergadura no fue fácil: «mucha gente del pueblo cuando veía este proyecto, no sabía por qué se hacía, pero cuando han visto el resultado final se han sentido muy satisfechos». La iglesia tiene un estilo regionalista-neomudéjar, como el edificio de la Tabacalera, en Málaga capital. Gerardo Martínez, el párroco de San Isidro Labrador, nos cuenta cómo la iglesia está coronada por las siglas de Jesucristo, JHS, «lo que se ha hecho más abajo, ahora está en lo más alto», afirma Gerardo.
En la parte superior del pórtico se encuentra la custodia, presencia viva de Cristo, y algo más abajo vemos unas ánforas de azucena representando a la madre de Dios. También en el pórtico, a media altura, se sitúan dos ejemplos de santidad como san Isidro Labrador y santa María de la Cabeza, titulares de la parroquia. En los laterales de la misma hay cuatro pilastras que representan las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
EUCARISTÍA
Al entrar en el templo, lo primero que nos encontramos es una puerta con una representación de la Eucaristía «todo el que entre verá que es lo más importante: el pan y el vino y la Palabra». La iglesia, en su interior, está totalmente rodeada de tres colores: el verde que simboliza la esperanza, el blanco que representa la fe y el rojo que alude a la caridad, estos tres colores encarnan las tres virtudes teologales. También la parroquia se ve envuelta por ocho vidrieras donde se nos muestran las bienaventuranzas, «a los niños les encanta cuando leo alguna bienaventuranza y se la señalo».
En la parte central de la nave hay una cúpula octogonal, con los siete sacramentos y uno más, entendido como el sacramento fundamental: la Iglesia. En el altar, actualmente, se encuentra la Virgen del Socorro y una cruz, «a la espera de un crucificado y una imagen de san Juan para culminar un calvario, que probablemente en Cuaresma estarán aquí». El Señor se encuentra en el lateral de la parroquia, «como se concibió en el Concilio Vaticano II», acompañado por un retablo que nos fue donado por las monjas de la Asunción y con un marco que representa la adoración de los magos al niño Jesús «para recordarnos la adoración al Señor ante el Santísimo». En la parte más internas de la parroquia se encuentra la sacristía donde, nada más entrar vemos una vidriera del Buen Pastor. Gerardo nos habla de cómo cuando el sacerdote se vaya a preparar para ofrecer la misa, recordará al Buen Pastor del beato don Manuel González.
SALONES CON COLORIDO
En el sótano se encuentran los columbarios, justo debajo del altar. También bajo la parroquia hay se encuentran los nueve salones donde los niños reciben la catequesis. «Son salones con mucho colorido, yo quería que cuando la gente entrara aquí le transmitiera alegría, que la parroquia le estimulara, que no le entristeciera». Además de estos nueve habitáculos, en estas dependencias se dispone de un salón de actos bastante amplio que tendrá múltiples usos, «pronto veremos a los chicos jugando al pingpong, al billar… además de celerbar charlas, conferencias...»
CASA PARROQUIAL
La parroquia posee una pequeña casa que está al lado de la misma. En ella se encuentran los despachos parroquiales, así como la propia casa del sacerdote. «Yo no contemplaba que ni los despachos ni la casa estuvieran en el templo, pues rompían la estética» nos asegura. El pueblo está ahora entusiasmado con la nueva parroquia. «La verdad es que está muy bien, es preciosa», comentan algunas feligresas. La realidad, nos cuenta Gerardo, es que la parroquia ha surgido del esfuerzo de muchas personas del pueblo y de la colaboración de otras tantas que no pertenecen al mismo. El pasado miércoles 7 de noviembre el obispo visitó el nuevo templo de la estación. «D. Jesús Catalá vino a ver la parroquia y al final me dijo que le encantó, y que la dedicación la celebraríamos el domingo 25 de noviembre».
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