FUENTE. DIARIO SUR
AUTOR. J.J.BUIZA
Los campos de cítricos de Málaga registran desde hace pocas semanas un intenso trajín. Trabajadores armados con cajas y pequeñas podaderas recorren estos días las tierras de regadío al asalto de las naranjas, limones, mandarinas y clementinas que tienen coloreado el paisaje en distintos puntos de la provincia, especialmente en el Valle del Guadalhorce.
Las abundantes precipitaciones caídas en las últimas semanas han condicionado la temporada de recogida de cítricos, aunque las previsiones apuntan a una campaña relativamente buena en cuanto a calidad y a cantidad. En concreto, el aforo de la Junta de Andalucía para 2012-2013 establece que en Málaga se superarán las 163.000 toneladas, siendo la quinta provincia de la comunidad en cuanto a producción, por detrás de Huelva, Sevilla, Córdoba y Almería.
Benjamín Faulí, técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga, augura una campaña «interesante», pese a que ha arrancado con cierto retraso debido fundamentalmente a las intensas y tardías lluvias del otoño. En la organización agraria confían en que los aguaceros que han descargado sobre los campos en las últimas semanas supongan más beneficios que inconvenientes, de forma que las inundaciones que han afectado a algunas fincas no signifiquen una merma importante en el total de la producción en Málaga.
«Habrá que ver la evolución de los árboles, si se mantiene bien la fruta, si ha habido daños en la piel... Pero las inundaciones se han limitado en realidad a las zonas más bajas del Guadalhorce, mientras que en las demás fincas el agua ha drenado bastante bien», relata Faulí. Si se cumple la cifra dada en el aforo de la Junta de Andalucía, la campaña de cítricos en la provincia bajará en torno a un 9 por ciento, aunque desde Asaja explican que la temporada pasada fue una cosecha extraordinaria en cuanto a la producción.
Las casi 10.000 hectáreas destinadas al cultivo de cítricos en Málaga se concentran en su mayor parte en la comarca del Guadalhorce, con un predominio claro de la naranja y el limón, seguidas de la clemenules, la variedad estrella de mandarina en los campos malagueños. De momento, el comportamiento de los precios está siendo bueno en comparación con otros años, aunque Benjamín Faulí advierte de que la situación siempre puede cambiar en función de los vaivenes del mercado. Lo que parece claro es que ya han pasado los tiempos en los que la rentabilidad de los cítricos era tan escasa que muchos propietarios dejaban sus fincas sin recoger.
«Lo interesante este año es que, de momento, no hay una oferta excesiva de Turquía, de Argentina o de ningún otro competidor. Y debemos trabajar todos, tanto productores como comercializadores, para que no haya una presión de la distribución y que se mantengan unos niveles estables», apunta el técnico de Asaja, quien destaca que la gran ventaja de los cítricos malagueños respecto a la competencia de otros países sigue siendo su elevada calidad.
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