ARTICULO DIARIO SUR
AUTOR J.J.B
«Hoy nos ha tocado arroz, a la siguiente haremos una barbacoa». Kiko prefería ayer por la tarde dejar paso al humor tras la angustia vivida durante el día en el que una orden judicial amenazaba con dejarle en la calle a él, a su esposa y a sus tres hijos. Finalmente, nadie del juzgado se presentó en la vivienda, situada en Estación de Cártama, pero sí acudieron unas doscientas personas convocadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Málaga (PAH), como ya hicieron el pasado mes de junio.
Kiko, apodo de Francisco Ramírez, tenía cierta sensación de 'deja vu' porque en apenas un mes había sido protagonista de dos escenas muy similares, aunque en la primera sí que se presentó una comisión judicial que decidió finalmente aplazar la medida. «Mañana (por hoy) el Defensor del Ciudadano de Málaga va a presentar una queja en el juzgado porque dice que esto no se puede permitir», afirmó Kiko.
El desahucio fantasma de ayer fue el penúltimo capítulo de la particular lucha de este antiguo empresario y ex empleado bancario, que se niega a abandonar la vivienda que el banco le requiere por no poder pagar los 98.000 euros que le quedaban de hipoteca. «No pienso moverme de mi casa», reiteró a este periódico una vez disuelta la concentración, a la que también acudieron el alcalde, Jorge Gallardo, y la diputada provincial de Desarrollo Económico Rural, Leonor García-Agua, además de Francisco Gutiérrez, Defensor del Ciudadano en la Diputación.
Los presentes incluso prepararon un gran arroz con una paellera que prestó el Ayuntamiento. Pese a que, según la PAH, la familia tendría ahora que recibir una nueva notificación con otra fecha para la ejecución de la orden de desahucio, Kiko ayer se mostraba temeroso de que alguien pudiera volver en los próximos días sin avisar. «Como cambien la cerradura echo la puerta abajo», manifestó.
Trabajo como barrendero
Su caso ha despertado la solidaridad de las instituciones y el Consistorio lo contrató recientemente para trabajar de forma temporal como operario de limpieza, con un contrato a tiempo parcial que expira en septiembre. «Yo me sigo moviendo y llamo todos los días a Madrid y a Sevilla para intentar solucionar este tema», apuntó el principal afectado, quien volvió a reclamar la dación en pago de la casa.
La Plataforma recordó que cada vez son más los malagueños sobre los que pesan amenazas de desahucios: unos 50 casos semanales en toda la provincia.
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Buenos dias:
ResponderEliminarSoy francisco manuel ramirez (kiko), ante todo daros las gracias por el apoyo masivo prestado por parte del pueblo de la estacion de cartama y como no puedo personalmente agradecer a esos cientos de personas que se congregaron el pasado jueves en la puerta de mi casa, quiero agradeceros el apoyo prestado por vuestra asociacion, asi como por otras asociaciones del municipio, muchas gracias
kiko