ARTÍCULO OPINIÓN DE MÁLAGA
El medidor estará un mes en la tenencia de alcaldía de Estación de Cártama.
ROCÍO CAÑADA
Los vecinos de Cártama Estación sufren la apertura de la segunda pista del aeropuerto de Málaga. Desde que la nueva zona del aeródromo se pusiera en funcionamiento a finales de junio, el ruido de los aviones trae de cabeza a algunos vecinos de la localidad.
Según informó el Ayuntamiento de Cártama, desde la puesta en marcha de la nueva pista se han recibido numerosas quejas vecinales de los núcleos de Atalaya de Cártama, El Sexmo, Estación de Cártama y Doña Ana sobre el incremento del ruido de los aviones a la hora de realizar las maniobras de aterrizaje. Por ello, el Consistorio escribió una carta a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) para informar sobre las quejas vecinales e intentar buscar una solución al ruidoso problema.
El primer teniente de alcalde, Miguel Espinosa, explicó que tras las protestas de los vecinos se comunicó a Aena la necesidad de comprobar si el sonido que emitían los aviones se encontraba dentro de los parámetros establecidos.
La respuesta de la Dirección General de Aena fue rápida ya que a los pocos días, técnicos deo organismo visitaron la Estación de Cártama para comprobar la situación y buscar un lugar adecuado donde instalar un sonómetro que mida el sonido emitido por los aviones, y compruebe si puede ser perjudicial para la salud de los cartameños.
El lugar elegido para la instalación del sonómetro ha sido finalmente la cubierta de la tenencia de alcaldía de Estación de Cártama. El objetivo es medir la intensidad de los ruidos que emiten los aviones a su paso por la barriada tras la puesta en funcionamiento de la nueva pista del aeropuerto.
Según técnicos del Consistorio, el aparato medidor estará en el tejado de la Tenencia al menos un mes, y recogerá todo el sonido que emitan los aviones para después realizar un informe detallado con el objeto de esclarecer si los decibelios emitidos por las aeronaves sobrepasan los permitidos en la normativa medioambiental aplicable.
Ante toda esta situación, los vecinos de la localidad se encuentran divididos, porque no todos sufren el ruido de los aviones. Algunos se han acostumbrado a escuchar cada vez más cerca los 120 decibelios que emite un avión en marcha; para otros ni siquiera ha planteado un problema en su día a día; e incluso, están aquellos que ni se han enterado de que los aviones causaran molestias.
Para Francisco Fernández, «muy molesto tampoco es, más si tenemos en cuenta que quienes viven en Campanillas lo escuchan que parece que están en su casa», aunque, «si molesta a los vecinos alguna solución deberán poner». Según Adriana Penagos, «desde hace mes y medio los aviones se escuchan más, pero no llega a ser muy molesto».
De hecho, fue la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien confirmó que el aeropuerto de Málaga debía cumplir las normas y procedimientos pactados por los Veintisiete para introducir restricciones de vuelos en aquellos aeropuertos que tengan «más de 50.000 operaciones anuales». El aeródromo, una vez se aprueben de forma definitiva las nuevas normas a nivel europeo para controlar el ruido, deberá ser uno de los 10 aeropuertos españoles que se ajusten a los nuevos límites. Dichos niveles de requerimientos recogen subir de 5 decibelios a 8 el dintel, lo que podría afectar a en torno el uno por ciento de las aeronaves, en un principio, y al cinco por ciento, una vez se extienda la normativa a los demás aeropuertos. Todo ello para evitar que las operaciones aéreas perjudiquen el bienestar de los ciudadanos.
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