LA DIMISIÓN DE JOSÉ GARRIDO ¿UN FRAUDE ELECTORAL?.-

ARTÍCULO RECIBIDO EN ESTA ASOCIACIÓN EL CUAL PUBLICAMOS ÍNTEGRAMENTE.-



Artículo de J. Ignacio Trillo Huertas
(nota: El Sr. Ingnacio Trillo fue Delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Málaga)
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En el municipio de Cártama, enclavado en la malagueña Comarca del Guadalhorce, se ha producido, cuando ha transcurrido tan solo tres meses de la nueva legislatura municipal, un hecho insólito. El alcalde socialista, José Garrido, que tomó posesión como primer edil el 11.06.2011, ha dimitido, sin que le haya ocurrido nada, a la vez que conserva su acta de concejal y de diputado en el organismo provincial. Le va a sustituir como nuevo primer edil el segundo en la lista electoral que presentó el PSOE, Jorge Gallardo.

Preguntada la causa, en fuentes allegadas a esa alcaldía y, por otro lado, a militantes del PSOE local que me han solicitado total confidencialidad, la respuesta coincidente no ha podido ser más sorprendente, pero pareciera hasta normal por el nivel de impotente resignación con que me han contestado ambas partes, lo que denota la degradación en que sigue cayendo la política; también, en demasiadas partes, la municipal.

Se me ha comentado que eso responde a un pacto que ha debido de suceder antes de las últimas elecciones municipales, por el cual, si el entonces alcalde socialista, José Garrido, porque ya lo era en la anterior legislatura por mayoría absoluta, volvía a salir elegido, sería relevado por voluntad propia a los tres meses, conservando su condición de edil y el acta de diputado, para dar paso como nuevo alcalde al segundo de la lista, Jorge Gallardo, persona con mucha menos popularidad y menor empatía con el pueblo, que de haber encabezado la lista socialista, me confirman las dos fuentes, hubiera hecho perder al PSOE en Cártama las elecciones municipales.

“Así caigo ahora, me dice una militante femenina consultada, por qué Pepe (se refería a Garrido) se negaba rotundamente a que la lista municipal del PSOE por Cártama fuera cremallera, un hombre seguida de una mujer o viceversa, porque ya tendría en mente lo que iba a hacer, y no se fiaba de que Isabel, si hubiera ido segunda en la lista electoral en vez de tercera, le hubiese dejado la alcaldía a Jorge”.

De esta forma, aunque el alcalde socialista, José Garrido, no llegó a obtener el pasado 22-M la mayoría absoluta, en cambio consiguió el mejor resultado de la provincia de Málaga para el PSOE, tras la hecatombe electoral que le aconteció, en función de la población que tiene (22.173 habitantes a 01.01.2011) a la vez que logró sin complicaciones la alcaldía a través del voto coaligado del concejal del grupo independiente, “Coalición Progresista de Vecinos”, José Escalona, el que durante trece años fue alcalde del municipio cartameño en las primeras legislaturas de la transición. En sendos casos, el resultado electoral y el pacto, la aportación de José Garrido se reconoce que fue decisiva.

Ese acuerdo sorpresa para la dimisión de Garrido, donde se me asegura que, a la vista de lo ocurrido ahora, tuvo que realizarse antes de las elecciones locales, fue lo que me obligó a preguntar a esas dos distintas fuentes lo siguiente: ¿participaron exclusivamente los dos ediles, o la dirección del PSOE de Málaga estuvo al tanto de su contenido? ¿Sería porque Garrido manifestó que no quería repetir y la dirección provincial del PSOE no lo consintió porque temió perder la alcaldía y a cambio le ofreció la posibilidad de ser nominado como diputado provincial y dimitir a los tres meses? A ello no he obtenido respuestas con total fiabilidad, pero me han servido sus nuevas informaciones para realizar algunas conjeturas que me aproximarían a lo que realmente puede que hubiera ocurrido.

Que efectivamente, José Garrido estuviera cansado del ejercicio municipal tras dos legislaturas de alcalde y una más como concejal, sería normal. Pero para irse a casa y antes de que tuvieran lugar las elecciones, no para ser nombrado nuevamente alcalde, dimitir, seguir de concejal, donde va a pedir que le den poco trabajo, y continuar de diputado, aún con menos tarea por estar en la oposición.

Y también sería lógico que hasta Garrido dijera que no deseaba repetir, pero que no le dejaran –aquí puede venir el quid de la cuestión- y por “disciplina de partido”, y porque asimismo hiciera los cálculos económicos sobre la repercusión de la decisión en su bolsillo, aceptó la propuesta que le hiciera la dirección provincial del PSOE  (ya con las encuestas electorales en las manos que le vaticinaban una enorme derrota en la provincia) que como viene demostrando -sé de otros casos que se han dado en estas elecciones municipales- carece de escrúpulo alguno en el uso y abuso de la materia crematística para tener bien cogido a los que se dejan, bien contrario al ideario socialista, ofertándole lo siguiente o en parecidos términos textuales: “Pepe, no te puedes ir, quédate como cabeza de lista y a cambio te nombramos, si sacas la alcaldía como es de prever, diputado. Ello no impide que a los tres meses dimitas de alcalde y te consentamos que sigas como edil y diputado. Y como vamos a perder la Diputación, poco trabajo vas a tener, y en cambio vas a ingresar 50.000 euros en bruto al mes, que ni soñando vas a conseguir volviendo a tu antigua profesión de cartero. Pero ahora no te puedes ir y dejar al partido empatanado en Cártama por la derrota”.

Y claro, yéndonos a lo que actualmente gana un cartero, 1.050 euros neto al mes, que más los trienios acumulados se le podrían poner en unos pocos cientos de euros más, ni mucho menos iba a alcanzar lo que se le abona a un diputado provincial en la oposición: 50.000 euros.

Terrible que haya que ponerse en esa lógica y no en la de estar en la política por vocación de servicio al interés general, y cuando se acaba, por deseo propio o causa ajena, a la casita y al trabajo profesional y político de antes. Pero eso del dinero es lo que manda hoy en el espurio PSOE de Málaga. Poco o nada los valores o la ética.

Lo que a todas luces resulta claro, a falta de legislación sobre la responsabilidad política -parece que no le interesa a ninguno de los dos partidos mayoritarios, también tengo sobrados motivos para pensar que IU esté en la misma trinchera por lo que viene haciendo y consintiendo en el presuntamente corrupto ayuntamiento malagueño de Manilva- es que estamos con este caso de la dimisión del alcalde de Cártama ante un fraude político al cuerpo electoral de este municipio.

Por tanto, la única salida decente, políticamente hablando, sería que el alcalde dimisionario, Garrido, entregara de inmediato su acta de concejal y de diputado, y se fuera a descansar y a resolver esas cuestiones familiares no explicitadas, porque así ha expresado que es su deseo. Ahora bien, si la dirección del PSOE de Málaga no se lo exige es porque es el artífice, o el cómplice necesario, de la deshonesta operación. Para disimularlo seguro que en estos días ni Heredia, secretario general del PSOE de Málaga, se asomará sobre este caso durante todo este interregno entre la dimisión y la toma de posesión del nuevo alcalde, o dirá que es una cuestión interna del partido en Cártama y que él es muy respetuoso con sus decisiones, todo lo contrario a las prisas que se dio para aparecer en la foto del pacto municipal de Garrido con el edil independiente, José Escalona.

En el mismo sentido digo: frente a este fraude electoral a la ciudadanía sería necesario, como medida de regeneración política, la disolución inmediata de la actual Corporación cartameña con la convocatoria nuevamente de elecciones municipales en esa localidad.

Pero claro está, insisto, que no hay ley de responsabilidad política, ni la ley electoral vigente contempla esta solución. Una burla a la democracia y a la vecindad cartameña.

NOTA: La Foto del post está tomada el 03.06.2011, tras la firma del pacto municipal, donde aparece, en su parte izquierda, el independiente Escalona, dándole la mano al actual dimisionario alcalde Garrido, que se encuentra en el centro de la imagen, mientras el ínclito secretario general del PSOE de Málaga, Migel Ángel Heredia, que no dará ahora su ancha cara sobre esta cuestión, está a la derecha de ambos, como testigo de la ceremonia.