Política nació en Grecia, se crió en el seno de una familia acomodada, en un barrio bien de Atenas. Su padre, Aristóteles, se encargó personalmente de criar y educar a su hija, le enseñó desde muy pequeña las virtudes y los valores morales, el honor, el compromiso, la palabra, el trabajo, el sacrificio, la humildad.
Poco a poco, Política fue creciendo y se iba dando cuenta del poder y del magnetismo que ejercía sobre algunos hombres y lo que estaban dispuestos a ofrecer por poseerla. Hombres de todas las clases sociales y de todo tipo sucumbían a sus encantos, curas, policías, médicos, parados, comerciales, funcionarios, obreros, intelectuales, carpinteros o carteros, caían rendidos a sus pies.
A Política, Atenas se le quedaba pequeña, y aunque era muy joven, decidió abandonar su casa, su familia y a su gente, y se dirigió a Europa. Pronto corrió la voz, y todos querían estar con Política. Política iba de pueblo en pueblo, de plaza en plaza y de mano en mano ofreciendo sus encantos y sus cantos de sirena. Poco a poco, por el uso y el abuso de los hombres, ávidos de poder y de la grandeza que proporcionaba Política, ésta fue perdiendo sus encantos, su brillo, sus valores y sus virtudes. Ella no se daba cuenta y la gente tampoco se percató de ello, su fama le precedía y lo único que les importaba a los hombres era estar con ella, poseerla, estar cerca, impregnarse, aunque sólo fuera por unos segundos, de su poder.
Política viajó por todo el mundo vendiendo sus encantos, se cuenta, que en algunos pueblos llegaron a matar por ella y en algunos otros se originaron guerras y conflictos. Por Política se levantaron ciudades, estatuas y edificios, se tendieron puentes para estar más cerca de ella, pero también por Política se destruyeron culturas y se arrasaron pueblos enteros, dicen, que algunos llegaron a ofrecer su alma al diablo por estar dentro de ella.
Política continúa entre nosotros, viajando de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad vendiendo sus servicios a todo aquel que quiera pagar, y no es difícil verla en los medio de comunicación o en algún diario.
Hoy le vuelven a llegar noticias a su padre, Aristóteles, de lo que esta haciendo su pequeña, y triste, junto a los restos del olimpo de los dioses, sueña en lo que podría haber sido Política y en lo que se ha convertido.
(Esta es una historia ficticia, cualquier parecido con la realidad en pura coincidencia, ¿o no?)
Política tuvo la mala suerte de arribar no ha mucho a un pueblo de ilustre raigambre antropológica y cultural que hinca sus raices en la noche de los tiempos y está amsado de singulares culturas que les llegó por el generoso curso de su río <Guadalhorce pero, actualmente, sometida su ciudadanía a un vulgar vasallaje por necios (la necedad es el contrapeso del sentido común y la espiritualidad), arribistas, mamasopas, culandrines, macanditos y, chiquilindonguis que, como no podía ser de otro modo con estos tales mangoneando, la han sumido en la ruina, han roto su tejido industrial y agrícola, cultural,etc, y han retomado las viejas querellas de izquierda y derecha como si ambas fueran un axioma metafísico. Cuando Política, la noble hija de Aristóteles y sobrina de Platón, vio a do había llegado, lloró y, salió de najas hacia lugares mas apropiados a su alto linaje. PACO BAQUERO
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