Los últimos días de agosto y los primeros de septiembre están en Álora dedicados a su patrona, la Virgen de Flores. Los cultos en honor de esta venerable advocación mariana, que tienen una profunda y extendida devoción en Álora, cuya imagen se remonta a la época de la reconquista, ocupan toda la vida del pueblo.
El primer acto, dentro de estos cultos, es la bajada desde su ermita de Flores hasta la Parroquia de la Encarnación. Se hace muy temprano, cuando todavía está amaneciendo. Una multitud de perotes va a pie o a caballo acompañando a la Virgen, que quedará en la parroquia para recibir los cultos de la novena (desde el martes 30 de agosto hasta el día 7 de septiembre). El día 8, fiesta local, se realizará la procesión y el domingo siguiente, día 11, la romería, con la que se cerrarán los actos en honor a la Virgen de Flores.
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