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domingo, 24 de junio de 2012

SALTAN LAS ALARMAS, EL CENTRO HOSPITALARIO DEL GUADALHORCE NO ABRIRÁ ESTE AÑO.-



ARTÍCULO DIARIO MÁLAGA HOY
Autora Leonor García
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El hospital del Guadalhorce, sin conexión eléctrica

Fuentes sanitarias dan por hecho que no se abrirá este año -como prometió Salud- porque queda su recepción, equipamiento y dotación de personal; incluso dudan de que pueda entrar en funcionamiento en plena crisis.


La obra del Hospital del Guadalhorce se inició en 2008, cuando en realidad debía estar acabada. La Consejería de Salud aplazó su apertura y dio un nuevo plazo de apertura: 2012. Lo ha construido a pesar de la crisis. Parecía que de todas las infraestructuras sanitarias prometidas en la provincia -chare de Mijas, de Estepona, CARE de Torremolinos y megahospital-, iba a ser el único proyecto capaz de ponerse en marcha porque mientras su edificio ya está acabado, todos los demás de momento no son más que puro papel.

Pero ahora amenaza con convertirse en un edificio fantasma, terminado y sin uso, debido a los apremios económicos que atraviesan todas las administraciones. La Delegación de Salud esgrime que tanto esta Consejería como la Diputación de Málaga han cumplido su compromiso y han acabado el edificio hospital. Pero la Administración sanitaria argumenta que no puede recepcionar el inmueble porque está pendiente la acometida eléctrica, que ya es responsabilidad del Ayuntamiento de Cártama. Y el Consistorio, pese a los reiterados e insistentes esfuerzos de Málaga Hoy por conocer la situación de esa parte del proyecto, no contesta.

El portavoz de la Plataforma pro Hospital del Guadalhorce, Miguel Esteban, aseguró que el problema es que el Consistorio no tiene los dos millones de euros que son necesarios para ampliar la subestación de Villafranco del Guadalhorce y tirar la línea hasta el futuro centro sanitario. Y según Esteban, el Consistorio ya se lo ha comunicado a la Junta. "La obra está acabada, pero el hospital sigue empantanado. La constructora quiere entregarlo, pero el Ayuntamiento no tiene dinero para la acometida y mientras tanto el Hospital Costa del Sol (del que depende el proyecto) no lo recepciona; y toda esta situación la conoce la Junta", resume Esteban.

El responsable de la Plataforma añade además que el mantenimiento, la limpieza y la vigilancia de las instalaciones cuestan más de 4.000 euros al mes "que tendrá que pagar la Junta". Fuentes sanitarias dan por hecho que el Hospital del Guadalhorce no abrirá este año como estaba prometido porque aún queda su recepción, el equipamiento tecnológico y la dotación de personal. Para 2012 estaba hecha la previsión económica para su equipamiento. Las fuentes consultadas apuntan que la Consejería de Salud -que está aplicando recortes en los centros ya abiertos- utiliza como "excusa" al Ayuntamiento de Cártama porque tampoco tiene recursos para mantener abierto un hospital más en la provincia. "Una cosa es recortar jornada a los interinos o no renovar contratos y otra es abrir un hospital que luego tuviera que cerrar. Si se abre, tiene que tener garantizada su continuidad", comentan.



La inversión en el hospital, incluido el equipamiento, es de 27 millones de euros, un presupuesto que el centro hospitalario consumiría en menos de dos años de funcionamiento en personal, mantenimiento, reactivos, fármacos, prótesis y material fungible. Así que el problema no es solo construirlo, equiparlo y abrirlo, sino mantenerlo luego en funcionamiento.

Una portavoz de la Delegación de Salud indicó que el compromiso de la Administración sanitaria es "terminar lo que está en obras". Y acotó: "Abrir se abrirá. Se está a la espera de que el Ayuntamiento haga su trabajo".

También quedan pendientes la urbanización del entorno y los accesos, otro aspecto sin que el edificio no puede recepcionarse. Según explicó Esteban, estos trabajos debe acometerlos el propietario que cedió el suelo para el hospital. A cambio, tendrá derecho a explotar la parcela aneja, siempre para uso sanitario. La licencia para la urbanización y los accesos ya está solicitada. El edificio está completo. Aunque de momento solo dispone de luz de obra, tiene la instalación eléctrica y de fontanería acabadas. De ahí que sea necesaria su vigilancia, porque de lo contrario podría ser objeto de robos.

El Hospital del Guadalhorce se anunció en 2005 y tenía un plazo de tres años. Debía haber acabado en 2008. Pero no fue hasta finales de ese año cuando se puso la primera piedra. Se demoró porque hubo un par de convocatorias que fueron declaradas desiertas. Finalmente, cuando entró en el proyecto el Hospital Costa del Sol fue cuando se desbloqueó y pudo adjudicarse a Ferrovial. Está diseñado para 48 habitaciones susceptibles de uso doble. Es la obra más importante desde que en 2001 abriera el hospital de Antequera y, en 2007, el de Benalmádena. Debe aliviar al Clínico, el hospital con menos camas por habitante de la provincia.

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ARTÍCULO MÁLAGA HOY
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El hospital vacío

En la Junta andan encantados con que el Consistorio de Cártama no tenga los 2 millones para ejecutar la infraestructura eléctrica. Cuanto más se tarde en descubrir las vergüenzas del SAS al aire, mejor


EL Servicio Andaluz de Salud constituye, posiblemente, el mejor ejemplo de la tendencia de los distintos gobiernos andaluces socialistas a prometer y decir una cosa para hacer exactamente la contraria. Si los voceros itinerantes del PSOE se pasan la mayor parte de su jornada de trabajo, a cargo del erario público, claro, arremetiendo contra la reforma laboral o haciendo campaña contra los recortes sanitarios del PP en sus comunidades, el SAS no ha tenido nunca el más mínimo reparo moral en llevar hasta el extremo la legislación y abusar de su impunidad ante la Inspección de Trabajo. No se trata ya de los sueldos de sus profesionales, los más bajos de España -no está el horno para bollos ni para quejarse de eso-, sino de la forma en que los exprime. Sí, el SAS ha funcionado relativamente bien pero al precio de tener a su plantilla como en una olla a presión. Que ahora va a estallar. Se han hecho muchos contratos por días, que se rescindían los viernes para así no tener que pagar los fines de semana de descanso.

Eso en los años de bonanza, así que no son de extrañar casos como los del odontólogo sustituto que duerme en su coche junto al centro de salud de La Carihuela por la poco flexible forma en que la administración sanitaria concentra bajas de 30 días en 12 jornadas. Luego está la atención, buena pero no tan excelente como sus responsables han pretendido vender. Según sus datos, los plazos máximos de las listas de espera no se han superado. Ni en un caso. Milagro. Con trampas, como ese limbo en el que caen algunos de los pacientes y en el que se interrumpe la cuenta atrás, cualquiera hace uno. Y para rematar, están las promesas de equipamientos, un capítulo especialmente doloroso en Málaga, provincia eternamente a la cola en la clasificación de camas hospitalarias por cada mil habitantes, en la que la Junta se ha beneficiado de la potencia de su sanidad privada para tapar las graves carencias de infraestructuras de la pública.

El Gobierno andaluz no sólo ha sido incapaz de poner la primera piedra del megahospital, su gran farol/compromiso en la provincia de Málaga tras esa tomadura de pelo que fue sacarse de la manga un tercer hospital en los terrenos del Civil en plena campaña electoral de 2007. Tampoco parece muy cercana la apertura del hospitalito de Cártama, que debía haber abierto en 2008, y que está terminado a la espera de que el Ayuntamiento de Cártama acometa el suministro eléctrico y a que, principalmente, la Consejería de Salud tenga la voluntad y el dinero de equiparlo con personal y material. En estos casos, el contenido es siempre muchísimo más caro que el continente.

Pueden apostar tranquilos que este año, por mucho que lo prometan, no lo veremos funcionando. Y a este ritmo tampoco en 2013. En ese hospital del Valle del Guadalhorce, ubicado en Cártama sencillamente porque allí era donde gobernaban los socialistas, la Diputación provincial puso 7,2 millones de euros, una inversión sin sentido desde el punto de vista competencial. Porque corresponde a la Junta la atención sanitaria y ese centro es necesario principalmente para aliviar al saturado Clínico, hospital de referencia para esa comarca y para la Costa del Sol. De momento, en la Junta andan encantados con que el Ayuntamiento no tenga los 2 millones de euros para ejecutar la infraestructura eléctrica. Cuanto más se tarde en descubrir las nuevas vergüenzas del SAS al aire, mejor. Mientras, habría que proponer que ofrezcan el edificio a esos médicos itinerantes, como el de Torremolinos, que no tienen más remedio que aceptar las peonadas sanitarias. Aunque tendrían que dormir en el suelo. Como en el resto de hospitales públicos, no hay camas.



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