EL REPAGO SANITARIO, LA REPERA.-

ARTÍCULO DE OPINIÓN

Por Juan Andrés Vera.-

viñeta de Forges

Terminadas ya las políticas de “pan y circo”, más por la falta de pan que por las fiestas, en este delirio de recortes, copagos, reformas y tijeretazos,  ahora toca el turno a  la sanidad. Atrás hemos dejado la educación, las infraestructuras, los servicios sociales, la bajada de sueldos y las subidas de impuestos. ¿Qué será lo que viene ahora?

De momento 425 fármacos han sido los elegidos para salir de la lista de los subvencionados por el Estado, curioso lo de estos fármacos, que siendo los más usados por los ciudadanos son expulsados. Al contrario que en Operación Triunfo o Gran Hermano, donde los más votados continúan en la casa.

Por si fuera poco, mi farmacéutico de toda la vida, si, Pepe, el de la esquina, va a saber cuanto cobro, yo que llevo años conservando mi intimidad y ahora resulta que mi sueldo y mi situación laboral va a ser “vox populi”.

Menos mal que uno es de campo y aún recuerdo los remedios caseros de mi abuela. Remedios naturales que a muchos españolitos les sacaron de un apuro, incapaces de poder costearse un médico o unas medicinas.

Y hablando de remedios naturales, no hubiera sido un remedio más natural empezar a recortar por otro lado del percal. A mi se me vienen a la cabeza algunas cosillas, duplicidad de administraciones, empresas satélites a las administraciones, políticos, subvenciones, tarjetas oro, comidas, personal de confianza, asesores, viajecitos a Milán (algunos ya saben a que viene esto de Milán).



Aunque gracias a la selección, a las olimpiadas y algunos programas de televisión, todavía nos queda circo para rato, mucho va a hacer falta para no oír el ruido de nuestros estómagos vacíos, y yo sin un Almax para echarme al buche.

Todavía estamos lejos de una revolución a la francesa, y pasar por la guillotina a todo aquel que nos ha engañado, robado, defraudado o mal gestionado nuestro dinero. Bien ha servido tanta reforma en la educación, ahora los españolitos somos más educados, más conservadores, más civilizados e incluso algunos podrían decir que hasta más tontos.

Hace unos días leí que en España hay una institucionalización de la mentira, sabemos que las promesas y los programas electorales no se van a ejecutar, pero nos da igual.

Mientras tanto, este domingo, cuando vaya a la farmacia por un antidiarreico por lo que se me viene encima, mi amigo Pepe me mirará con socarronería, después me iré a ver jugar a la selección, y con suerte, al final del partido gritaré: -¡¡¡YO SOY ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL¡¡¡¡