FUENTE: EL MUNDO
Justo un mes después de que una tromba de agua inundase numerosos pueblos de la provincia, algunos alcaldes dicen sentirse «abandonados» por las administraciones. Explican que los ayuntamientos llevaron a cabo las actuaciones más urgentes pero las ayudas no han llegado, la información es muy escasa y las obras de mayor calado, sobre todo en los cauces de arroyos y ríos, todavía no se han ejecutado, por lo que temen nuevas riadas.
El regidor de Álora, José Sánchez (PSOE), señala que, aunque ya se ha conseguido restaurar el abastecimiento de agua y el saneamiento en el municipio, aún hay viviendas en el extrarradio que se encuentran aisladas «porque los caminos dejaron de existir». Así, explicó que intentan dar paso a algunos vecinos «pero con las últimas lluvias ya es hasta peligroso» y los cauces de los arroyos «han quedado mal y están llenos de tierra así que, si no los limpian, habrá nuevas inundaciones».
Sánchez se queja de que «desde los primeros días, cuando la Diputación envió máquinas, ya nadie más ha venido por aquí» y critica la falta de información que recibe por parte la Junta. «Creemos que no se está actuando, porque no informan de lo que se hace y si no fuera por las llamadas que hacemos, no sabríamos nada», comenta el regidor socialista, quien añade que del plan de actuaciones de emergencia de 5,2 millones de euros anunciado por el Gobierno andaluz, lo único que saben es que la próxima semana enviarán una máquina al municipio.
Tanto él como el alcalde de Villanueva del Trabuco, Antonio Vegas (PSOE), comparten la preocupación por el hecho de que un mes después de la tragedia, el Gobierno central todavía no ha aprobado el decreto con el que se regularán las ayudas para las localidades afectadas.
«Espero que cumpla sus compromisos, porque si no nos echan una mano pronto, lo vamos a tener muy díficil para salir adelante», indica Vegas, quien recuerda que el 70% de los negocios del pueblo «acabó con metro y medio de agua», por lo que también pidió un «plan específico de empleo».
En Archidona la situación es similar. El alcalde, Manuel Sánchez (IU), exige actuaciones urgentes «porque estamos en puertas de la recogida de la aceituna y los caminos están todavía muy afectados». Comenta que hace falta «una intervención a fondo en accesos y en arroyos para dar tranquilidad a los vecinos de que la evacuación del agua es segura».
Por su parte, el alcalde de Mollina, Francisco González (PP), indica que el municipio estuvo a punto de vivir el jueves otro día fatídico puesto que el puente de la autovía A–92 quedó taponado con las inundaciones y sólo cuenta con un metro de altura para el paso de agua. «El día de las inundaciones ya pusimos dos máquinas para arreglar los canales y siguen trabajando. Si no fuera por eso, se habría vuelto a desbordar».
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