CONFERENCIA EN ÁLORA PARA RECORDAR A LAS FAENERAS.-

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Una conferencia recuerda el papel de la faenera en la vida rural de finales del XIXLa Casa de la Cultura acoge los actos del Día de la Mujer con la apertura de la exposición de manualidades


Antes de la instauración de la línea férrea Málaga-Álora en 1863, las mujeres del Valle del Guadalhorce hacían las tareas de la casa y después salían a trabajar a la faena, donde se ocupaban de la recolección de cítricos, almendras, aceitunas y frutos. Era otra ayuda económica que aportaba la mujer al sustento de la familia y que, con el progreso, estas labores fueron derivando en otras, como la selección de los productos o el empaquetado.

Ayer, el Salón de Actos de la Casa de la Cultura acogió una conferencia en la que se recordó la figura de la mujer faenera de finales del siglo XIX y principios del XX y el uso que tuvieron los cascareros en la vida rural de entonces, cuando las mujeres del campo tendían las cáscaras de los cítricos para que se secaran y, posteriormente, eran utilizadas para obtener productos derivados. La ponencia, “Cascareros y descascaradoras, un oficio olvidado”, corrió a cargo de Mª José Sánchez, historiadora y directora del Museo Municipal de Álora, en coordinación con el Área de Cultura del Ayuntamiento.



Durante su intervención, Sánchez manifestó la importancia que tuvo la llegada de la línea férrea de 1863, hecho que marcó una etapa de máximo apogeo en las construcciones de cascareros, en la mayoría de los casos situados muy próximos a las estaciones de ferrocarril en zonas donde se extendían los cultivos de cítricos. Lo que explica que en toda la Vega hasta la Estación de Pizarra, y desde Álora hasta la Estación de Las Mellizas se puedan encontrar hoy día un gran número de estas estructuras.

En Álora, uno de los cascareros más característicos es el de la Vega Morales, pero también encontramos en la Estación de las Mellizas, Virote, Huerta Espinosa, Cuesta del Río, Hoyo del Conde, Cortijo Pedro Pérez, entre otros.

Debido a la trascendencia que tuvieron los cascareros en nuestra comarca y, sobre todo, en Álora, el Consistorio construyó un cascarero en la rotonda del Arroyo Hondo como homenaje a lo que fue una herramienta de trabajo de nuestros antepasados y para que su estructura y su recuerdo perduren en nuestra memoria a lo largo del tiempo.

Durante el acto, al que asistió la concejala de Igualdad, Inés Torres, la historiadora también habló del monumento a la faenera situado en calle Carmona, una escultura de Marino Amaya inspirada en la joven Pilar, que fue levantada por iniciativa del alcalde de entonces, José Fernández López de Uralde, para inmortalizar a la "faenera" que recogía naranjas y limones de la vega de Álora.

Tras la ponencia, tuvo lugar la apertura de la Exposición de Manualidades con los trabajos realizados en los talleres organizados por el Área de Igualdad, en la segunda planta de la Casa de la Cultura y que estará abierta hasta la próxima semana. Asimismo, otra de salas alberga hasta hoy la exposición de la Asociación de Mujeres “Flor del Romero”, con numerosos trabajos y artículos que han sido elaborados de manera artesanal a lo largo del año.