ARTÍCULO OPINIÓN DE MÁLAGA
Autor: Ignacio A. Castillo.
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Con cuenta gotas, pero de forma constante, la capital está sufriendo un éxodo de población hacia los municipios del área metropolitana que, para ganar en número de empadronados, aplican agresivas campañas de reducción de impuestos y bonificaciones fiscales. El objetivo es incrementar, a su vez, las transferencias de capital del Estado que se reciben en función del número de habitantes y de otros baremos, claro que estos tienen que figurar en el padrón municipal y no siempre lo consiguen.
Estos municipios aprovechan su cercanía con la capital y la mejora de las comunicaciones para quitarle habitantes. Su principal reclamo es el menor precio del metro cuadrado. Las casas son más baratas y la calidad de vida, en principio, mejor. Se convierten en auténticas ciudades dormitorio con muchas ventajas, a tiro de piedra de las oficinas. La inauguración de la hiperronda, que pone a localidades como Alhaurín de la Torre a escasos ocho minutos de la capital puede multiplicar el número de habitantes en estas zonas del Valle del Guadalhorce.
Así lo creen las inmobiliarias. El gerente de Inmoalhaurín, Antonio Pedegrín, cree que todas las facilidades que se ofrezcan contribuirán a mejorar las ventas de viviendas en Alhaurín de la Torre, «pero no son solo las comunicaciones lo que deben mejorar», agrega.
En Cártama, otra de las localidades que está acogiendo a los vecinos de Málaga que salen de la ciudad en busca de un entorno más tranquilo, también podría aumentar la venta de inmuebles. En la inmobiliaria Cartima piensan que la localidad está situada en una zona de expansión de la capital «y la mejora de las comunicaciones seguro que contribuirá a que cada vez sea mayor esta tendencia».
Los alcaldes de estas localidades, Joaquín Villanova y Jorge Gallardo, respectivamente, coinciden al considerar, sin embargo, que el aumento de la población en sus localidad no se debe a la búsqueda de impuestos más bajos, ya que las cantidades no difieren mucho de las de la capital, y que los beneficios que buscan no son fiscales sino de calidad de vida.
En el caso de Cártama, el empadronamiento ha correspondido al desarrollo de la localidad, ya que hasta 2009 se registraban al año mil nuevas personas, alcanzando en la actualidad 24.000 habitantes. Esta tendencia se ha ralentizado a 500 empadronados al año, pero el regidor cartameño cree que con la apertura de las nuevas carreteras, que acercan aún más el municipio a la capital, se incrementará el crecimiento.
«Lo que sí hemos detectado es algunas familias que tienen una segunda vivienda en Fuengirola o Torremolinos y se empadronan en los dos sitios para beneficiarse de las bonificaciones que ofrecen».
Por su parte, en los diez últimos años, en Alhaurín de la Torre el aumento de la población ha llegado a 38.000 registrados, aunque se estima que la población flotante es de 50.000 personas y esto no se ha debido a la búsqueda de impuestos más bajos que en la capital porque no lo son.
En Almogía, según su alcalde, Cristóbal Torreblanca, de momento no se está experimentando mucha afluencia de población que venga a vivir desde los municipios con mayor número de habitantes. «El porcentaje es bastante bajo, entre un 5% y un 10% de la población total, que son los que están empadronados, ya que sin empadronar sí que habrá muchos más».
La Costa
Benalmádena también viene experimentando en los últimos años una tendencia al alza de vecinos de la capital que se trasladan a vivir en este municipio para disfrutar de las ventajas que ofrece tanto el Ayuntamiento como la ciudad. Y aunque para disfrutar de estos beneficios, como la reducción del pago de impuestos, hace falta empadronarse, aún existen unos 25.000 ciudadanos con estas características que no lo están.
Condicionar estas rebajas fiscales, según el alcalde de Benalmádena, Javier Carnero, supone el principal recurso de esta administración para incrementar el padrón hacia las cifras reales. También se ofertan rebajas para empadronados en las instalaciones, cursos y actividades del Patronato de Deportes.
«La constante incorporación de vecinos al municipio demuestra que Benalmádena resulta un lugar atractivo para vivir, tanto por la calidad de los servicios ofertados, como por su posición de centro geográfico de la Costa del Sol, como por su única oferta de ocio activo, además de que los impuestos son más bajos».
«Evidentemente, contar con más ciudadanos tiene sus ventajas, además de más retos, ya que debemos ofrecer servicios a muchos más habitantes con los mismos recursos financieros», explica Carnero, «una situación que llega a dispararse en los meses de verano». Para ello, el Ayuntamiento busca ventajas fiscales para los empadronados, ya que incrementar el número de ciudadanos supone aumentar a su vez las transferencias del Estado. «Creemos que en esta legislatura podemos ser capaces de aumentar el censo hasta los 75.0000 habitantes y convertirnos así en gran ciudad», asegura.
En la capital, según fuentes municipales de la oficina de Gestión Tributaria (Gestrisam), la variación entre los habitantes reales y los empadronados no superaría, en ningún caso, las 10.000 personas. La incidencia es mínima, aseguran, por eso no es necesario aplicar bonificaciones fiscales como en otros municipios, fundamentalmente de la Costa, «aunque se trabaja para que la cifra de empadronados sea lo más real posible», señala. En cualquier caso, la capital tiene uno de los IBI más bajos de toda la provincia, con una media de 293,5 euros de cuota por recibo, según datos de la Dirección General del Catastro, cuando en Estepona asciende a 584,5 o en Benalmádena a 540,8.
La Axarquía
En Vélez Málaga, en el caso del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, muchos vecinos optan por empadronarse en localidades pequeñas cercanas a la capital de la Axarquía para pagar una menor cantidad. Sin embargo, las ayudas para el pago del IBI que se han dado a los vecinos en estos últimos cuatro años, han incrementado los empadronamientos en el municipio al ser un requisito necesario para cobrarlas. Entre algunas de las medidas contempladas por el Gobierno local se encuentra la congelación de los impuestos municipales, según el regidor veleño, Francisco Delgado Bonilla, para evitar incrementar la presión fiscal.
Rincón de la Victoria, que limita con la capital malagueña, es uno de los casos de pueblos dormitorios, «por lo que procuramos que las personas que vivan en Rincón y que no estén empadronados, tengan un incentivo», según el alcalde, Francisco Salado. «No es solo lo que dejamos de ingresar porque tengan el Impuesto de Vehículos en otros municipios, sino por lo que se transfiere a través del Estado». Entre algunas de las medidas se contempla la congelación de los impuestos, sólo con subidas leves en algunas tasas.
*CON INFORMACIÓN DE: Ana García, María Rosales, Carmen Romera y Juan José Zayas.
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