"Viviendas de altas calidades, a diez minutos de Málaga capital y con todas las comodidades y servicios. Cuando a Sandra y a Luis les mostraron hace dos años un piso en Parque Victoria, al norte de La Cala del Moral, la promotora les aseguró que en pocos meses empezarían a construir una zona comercial con tiendas frente a su urbanización, un supermercado, instalaciones deportivas y un centro educativo. El colegio, después de cuatro años de retraso, abrió sus puertas para el ciclo de Infantil el pasado día 10. Pero el resto de proyectos previstos se han quedado por el camino.
El único negocio abierto en todo ese tiempo es el pequeño quiosco que surte a más de dos mil personas de las seis promociones levantadas al norte de la autovía al abrigo del boom inmobiliario. «Faltan plazas de aparcamiento y no hay servicio de limpieza. Prometieron que llegaría una línea de autobús y no se sabe nada desde hace dos años», dice Pepe Castaño, vecino de la zona.
El único negocio abierto en todo ese tiempo es el pequeño quiosco que surte a más de dos mil personas de las seis promociones levantadas al norte de la autovía al abrigo del boom inmobiliario. «Faltan plazas de aparcamiento y no hay servicio de limpieza. Prometieron que llegaría una línea de autobús y no se sabe nada desde hace dos años», dice Pepe Castaño, vecino de la zona.
La crisis ha frenado en seco el desarrollo de las áreas residenciales de expansión de la provincia, donde se calcula que existe un 'stock' de 23.000 casas sin vender, según la Asociación Provincial de Constructores y Promotores (ACP). Los problemas para colocar los pisos ya edificados en el mercado, sumado a las dificultades para conseguir créditos de los bancos, han dejado sin liquidez a las promotoras, que han guardado en el cajón el resto de proyectos previstos, desde nuevas viviendas a espacios comerciales. La coyuntura económica también ha reducido los recursos de los Ayuntamientos, que afrontan serios obstáculos para dotar de servicios e infraestructuras a estos sectores.
Incomodidad y abandono
Mientras, abandonados por unos y otros, los vecinos de estas parcelas residenciales afrontan las incomodidades de vivir entre solares vacíos y sin los servicios básicos. Los afectados podrían ascender a 15.000 en toda la provincia, a tenor de los cálculos realizados por este periódico a partir de informaciones de las promotoras. «Nos sentimos engañados; nos encanta nuestro piso, cuenta con vistas al mar, pero cuando sales del recinto te encuentras con calles sucias, zonas ajardinadas sin cuidar, acerado estropeado o bombillas del alumbrado público que no se reponen», enumera Víctor Gómez, presidente de la comunidad de vecinos del complejo Calazul, en Parque Victoria.
«El problema es que el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria ha estado cuatro años sin recepcionar la zona a la espera de que se vendiesen más inmuebles y las constructoras arreglasen los desperfectos existentes. Las promotoras, por su parte, no tienen liquidez para acometer esas reformas», indica Rafael Peláez, administrador de las urbanizaciones Vista Bahía y Colinas de Procusán. «Hasta ahora nos decían poco menos que debíamos dar las gracias por recoger la basura y arreglar la maleza de la carretera dos veces al año, pero lo cierto es que los vecinos ya pagan sus impuestos al municipio sin recibir nada a cambio», continúa.
Parque Victoria no es el único caso, aunque el hecho de estar aislado por la autovía lo convierte en uno de los más sangrantes. Casi todos los municipios costeros cuentan con alguna urbanización a medias. En Rincón de la Victoria, el nuevo concejal de Urbanismo, José Rodríguez, indica que Los Jarales, el Sur de Añoreta, Altos de Locea y la zona del campo de fútbol están en la misma situación. En estas urbanizaciones, unas mil viviendas construidas se han quedado sin vender, según explica. «Llevamos años luchando para que se hagan cargo de los espacios verdes, calzada, iluminación y recogida de basuras en Altos de Locea», reivindica Lydia Montes, una de las representantes de la urbanización.
Un problema que se repite
En el resto de la provincia el panorama es similar. El Cañaveral, Soliva, El Pizarrillo y Atalaya de Jarazmín en la capital, los pisos de la Ciudad Deportiva (en Cártama), Santa Clara (en Alhaurín de la Torre) o Santangelo (también al norte de la autovía en Benalmádena) son solo algunos de los múltiples barrios afectados.
En Cártama, Jorge Gallardo, concejal de Urbanismo, confirma que el desarrollo residencial se ha venido abajo en el municipio en los últimos meses. Muchos proyectos se han quedado en papel mojado y otros han visto paralizadas las obras, dejando las viviendas en el esqueleto. «Algunos vecinos están teniendo problemas con el suministro de agua», indica.
En la capital, el espacio entre Soliva y Puerto de la Torre -El Cañaveral- se ha convertido en un oasis de tres edificios en mitad del campo. En uno de estos inmuebles, José Mancera resume su indignación. «Llevo aquí siete meses y estoy pensando en poner el piso a la venta porque esto no es lo que nos prometieron: no hay servicio de basura y ni siquiera tenemos agua, usamos la de obra», indica. Su vecina del bajo, Loli García, cree que les vendieron una vida de comodidades en un lugar idílico pero que les han dejado aislados. «No sé cuánto soportaremos esta dejadez», afirma.
En Churriana, en la barriada de El Pizarrillo, solo se han desarrollado el 20% de las viviendas previstas, según revela el concejal del distrito, José Hazañas. Pero, a pesar de la paralización de los proyectos, un centenar de vecinos ya viven en sus casas mientras que conviven con falta de luz por el saqueo de transformadores, suciedad y ausencia de mantenimiento de las zonas verdes. Lo mismo ocurre con enclaves cercanos como El Retiro o El Cuartón.
Los promotores advierten que pasarán años antes de que se retome el desarrollo de los núcleos."
Desde mi ignorancia y sólo empleando el sentido común, todo estos proyectos de urbanizaciones y zonas residenciales ¿no se realizan a largo plazo? y si queremos construir una urbanización donde van a vivir más de trescientas familias ¿ no es lógico pensar que van a necesitar, agua, luz, teléfono, recogida de residuos, colegios para sus hijos, transporte público?
ResponderEliminarEn fin, eso es previsión de futuro.
Este verano he estado unos días en San Sebastian de los Reyes y en Alcobendas y me ha sorprendido una cosa, urbanizaciones donde todavía no se había construido pero que ya tenían sus aceras, bancos, contenedores de basura soterrados, parques y árboles sembrados y regándose.
Otra cosa que me ha llamado la atención han sido las instalaciones deportivas municipales, con descuentos para los residentes, saunas, fisios, toda clase de pistas deportivas, rocódromo.
A ver si nos damos cuenta que Cártama es un diamante en bruto y de todos nosotros depende, trabajarla y pulirla para que sea la joya del Guadalhorce.